Puede ser el signo más simpático de todo el ciclo chino. Un individuo nacido en el año del Perro es honesto, inteligente y sincero. Tiene un profundo sentido de lealtad, pasión por la justicia e imparcialidad. Un nativo del Perro generalmente es vivaz y atractivo e irradia sex appeal. Generalmente amable y poco pretencioso, sabrá estar de acuerdo con los demás porque no es demasiado exigente. El igualitario Perro ama salir en ayuda de los demás, está siempre dispuesto a escuchar la voz de la razón y a hacer su parte. Si tienes un honesto amigo Perro, sabe que cuando te encuentres en problemas solo tienes que llamarlo. En efecto, aunque proteste, reproche o aparente indiferencia, el nativo del Perro no puede ignorar un pedido de ayuda. A veces, protege los intereses ajenos más que los propios. Si hay alguien que te sacará de los problemas diez veces sobre diez, será seguramente un Perro. El nativo del signo Perro a veces permanece apegado al objeto de su afecto incluso si no se lo merece. No verás jamás un Perro que se va de casa sólo porque descubrió que su dueño tiene los proverbiales pies de plomo. Tiene en cuenta la fragilidad humana y siempre permanece fiel. Y si se va, no lo repruebes: debe ser una cosa verdaderamente insoportable, porque el Perro no deserta fácilmente. Como su amigo igualmente humanitario, el Tigre, raramente el Perro se enoja personalmente con alguien. Te recriminará por un gesto o una culpa específica sin odiarte completamente o por siempre. Su cólera es pasajera. Puede llegar improvisamente y desaparecer con la misma rapidez. Pero será una cólera justificable sin maldad, sin rencores y sin celos. Al final, depués de las debidas compensaciones, el Perro es capaz de sepultar el hacha de armas. No todos los Perros van en busca de pleitos. Sería más justo decir que el nativo del Perro es un observador atento y abierto, que trata de salvar las finalidades sociales y en defender los intereses de todos.